Curso sobre derecho de la empresa de Traducción Jurídica: no solo para traductores

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Antes de empezar, quiero dejar claro que tengo cierta amistad con Ruth Gámez y Fernando Cuñado, los abogados y traductores que conforman Traducción Jurídica. Cuando tuve la oportunidad de conocerlos personalmente en Toledo en 2013, en el X Aniversario de Asetrad, ya conocía el gran trabajo que hacían a través de su bitácora. Y no solo son buenos profesionales, sino que son unas personas excelentes y encantadoras.

Hace unas semanas, Fernando me pidió ayuda y, al mismo tiempo, me ofreció la posibilidad de analizar el curso sobre derecho mercantil para traductores que acaban de lanzar. Más que una propuesta era un regalo. Por supuesto, dije que sí. No solo me permitían repasar ciertos conocimientos que he aprendido de forma pausada e independiente a lo largo de muchos años y a través de muchos seminarios cursos y libros, sino que me ayudaban a reforzar y ponerme al día con ciertos del derecho mercantil español.

Tras inscribirme, ver los vídeos, descargar las lecciones y completar todos los ejercicios del curso, solo puedo decir que recomiendo este curso encarecidamente. No miento si digo que es de los cursos más completos y mejor planteados que he visto durante los últimos años, una época caracterizada precisamente por una abundante oferta formativa, aunque no siempre sobrada de calidad. Para demostrar que estas palabras no se deben a mi amistad con Ruth y Fernando ni a mi gratitud hacia ellos, quisiera argumentar mi opinión junto con varias advertencias.

El curso consta de diez lecciones conformadas por material teórico bien organizado, presentado y planteado, junto con vídeos amenos y explicativos en los que se abordan los apartados más destacados o más complicados del tema en cuestión, y un apartado de ejercicios con el que el alumnado podrá poner a prueba sus conocimientos. Estos ejercicios pueden repetirse tantas veces como se desee y, a medida que se van completando las lecciones, el alumnado podrá ver la evolución o el porcentaje de materias finalizadas.

Entre los aspectos destacados de los contenidos teóricos —diez lecciones compuestas por unas veinte páginas cada una—, la información está organizada de forma sencilla, amena y gráfica, con esquemas y apartados subrayados, así como con enlaces a páginas de interés, que facilitarán el aprendizaje y la comprensión de las lecciones.

Los vídeos son otro de los aspectos llamativos del curso; se trata de vídeos de corta duración que abordan las materias más complejas o más importantes del capítulo de que se está abordando, con la impecable y agradable locución de Fernando, que no solo transmite tranquilidad, sino que también ayuda a concentrarse y entender la lección de manera relajada.

Con respecto al contenido en sí, conviene recordar que el derecho mercantil constituye una temática muy amplia y su explicación suele resultar compleja. En cambio, Ruth y Fernando han conseguido desmenuzar y simplificar la materia. El tema dedicado a los impuestos, por ejemplo, ayudará a comprender el funcionamiento del sistema tributario español mediante explicaciones claras, con ejemplos y con un vocabulario sencillo.

Además de la lograda presentación del temario en archivos pdf, no puedo dejar de mencionar la magnífica redacción del temario. Si bien este aspecto debería darse por sentado cuando se trata de un curso elaborado por y para lingüistas, hay que decir que, por un parte, el material formativo relacionado con el derecho no suele estar redactado de manera legible, dado que abundan las expresiones arcaicas propias de la jerigonza jurídica; y, por otra parte y por desgracia, es habitual encontrar errores ortográficos y gramaticales en documentos formativos precisamente elaborados por y para lingüistas.

Dicho lo cual, me gustaría plantear varias advertencias:

1.    El curso no solo está dirigido a traductores, sino que podrá ser de máximo provecho para cualquier persona interesada en conocer el funcionamiento del derecho privado español y, más concretamente, el derecho mercantil.

2.    No es un curso de terminología jurídica en otros idiomas. Ahora bien, el alumnado aprenderá la terminología correcta en español, lo cual le será de gran ayuda para traducir y emplear la terminología con precisión. Por ejemplo, la lección dedicada a la ley concursal nos ayudará a conocer la terminología actual que recogen las medidas legislativas vigentes.

3.    Se trata de un temario bastante amplio y, por lo tanto, habrá que dedicar tiempo al estudio. Son cerca de 200 páginas de teoría, varias horas de vídeos explicativos y ejercicios sobre cada lección. No obstante, el alumnado tendrá acceso al material formativo de forma vitalicia o, al menos, mientras la plataforma de Traducción Jurídica esté en funcionamiento.

4. El precio del curso puede parecer caro o barato según el bolsillo y las expectativas de cada cual. Al margen de comparaciones con respecto otros cursos de plataformas similares, debo decir que, si sumo los cursos que he hecho a lo largo de los años sobre materias similares y la cantidad de libros que he comprado sobre esta temática, el importe final supera ampliamente el curso del coste. La rentabilidad económica dependerá, finalmente, de muchos factores. En cambio, la rentabilidad con respecto a los conocimientos que se pueden adquirir mediante este curso está fuera de toda duda.

Tras este análisis y estas advertencias, estamos ante un curso sobre la organización y el funcionamiento del derecho mercantil español que destaca tanto por su calidad como por su amplitud. Así pues, desde el convencimiento, recomiendo vivamente este curso a quien desee aprender, de forma sencilla y amena, sobre el derecho de la empresa en España. Estoy seguro de que no se arrepentirá.

Saludos desde Gran Canaria

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